-Para ser un líder global verdadero-
Cuando nos encontramos con un extraño, les
preguntamos: "¿Quién es Usted?". Dios también nos pregunta quiénes
somos. La respuesta que más lo alegra es: "Soy un joven…" ¿Por qué es
será? Porque la juventud es la época más importante y más hermosa de la vida.
La juventud debería ser un refugio en la preparación para el futuro, y debería
ser la piedra angular de una nueva era.
Pero estos días es cada vez más difícil
encontrar esa pasión en los jóvenes. Cada vez son más los jóvenes desdichados,
que deambulan en vano, incapaces de encontrar una meta en la vida. Todos los
grandes líderes de la historia, desde temprana edad, tenían bien claro cuál era
el propósito de sus vidas. Ellos conservaban la meta que albergaron en sus
corazones desde niños y vivieron una vida intensa a fin de lograr ese
propósito. Ya sea dormidos o despiertos, o al ir a encontrarse con un amigo,
cada una de sus acciones era para preparar el escenario del futuro. ¿Ustedes
realmente viven así?
Todos fuimos creados como grandes personas.
Ustedes no han venido a este mundo sin ningún fin. Cuando Dios creó a cada uno
de nosotros, lo hizo derramando todo su amor. ¿No somos seres grandiosos,
entonces? Y como Dios, podemos lograr cualquier cosa.
Amando a Dios, me convertí en otra persona
completamente diferente. Comencé a amar a la humanidad más que a mí mismo, a
pensar en los problemas de todos antes que en los de mi familia o los míos. Y
me esforcé por amar todo lo que Dios creó. Comencé a mirar con amor los árboles
del monte y los peces en las aguas. Desperté un tacto para sentir la mano de
Dios en todas las cosas en el mundo.
WonHwaDo |
Mientras que por un lado cambiaba y
sintonizaba mi corazón al amor de Dios, también me esforzaba para tener un
cuerpo fuerte y saludable, a fin de cumplir bien mi misión. Quería estar listo
para ir a cualquier lugar, en cualquier momento que Dios me llamase. Me entrené
físicamente con el fútbol, el boxeo, el arte marcial coreano y el
"Wonhwado," un arte marcial que yo mismo desarrollé. En Wonhwado uno
mueve su cuerpo en movimientos circulares suaves, casi si danzase, aplicando el
principio de que un mayor poder puede ser ejercido mediante movimientos
circulares que en línea recta.
Actualmente también comienzo el día con
ejercicios de estiramiento de los músculos y las articulaciones y con un
ejercicio de respiración que desarrollé personalmente. A veces, cuando estoy
viajando por el mundo dando discursos, si no tengo tiempo de hacer estos
ejercicios matinales, hasta aprovecho el tiempo que voy al baño para hacer
ejercicios, sin falta. Cuando era joven me conformaba con 30 minutos diarios,
pero ahora que soy mayor incrementé la cantidad de ejercicio a una hora por
día.
El año pasado el helicóptero en el que yo
viajaba sufrió un accidente. La nave fue envuelta por nubes negaras cargadas de
lluvia, y en un instante se estrelló en la cima de una montaña. El helicóptero
quedó dado vuelta y yo quedé colgado cabeza abajo atado a mi cinturón de
seguridad. Instintivamente, me agarré con fuerzas de ambos brazos del asiento.
Si yo hubiese sido displicente en mis ejercicios regulares, me habría roto la
cadera en el instante en que quedaba colgado cabeza abajo. El cuerpo es el
envase para guardar un espíritu sano. No hay que ser perezosos en el
entrenamiento de nuestros cuerpos.
No deben ser muchos los estudiantes que van
a la escuela porque les guste estudiar. Si van es porque sus padres los mandan,
no porque gocen del estudio. Al principio somos todos iguales, pero aun sin
apreciarlo, si seguimos yendo a la escuela, uno empieza a tomarle el gusto. A
partir de ese momento, uno comenzará a estudiar por su cuenta y buscará su
camino por sí mismo. Eso es madurar.
Pero los padres no pueden esperar hasta que
los hijos maduren: "¡Tienes que estudiar, por favor, sentá cabeza, estudiá
un poco!”, los reprochan. Eso es porque los padres saben muy bien que sus hijos
tienen que prepararse para el futuro mediante el estudio. Temen que quizás
pierdan el momento de estudiar y un día se encuentren de cara con el futuro sin
ninguna preparación.
Sin embargo, más importante que estudiar
para prepararse para el futuro, es tener metas, que se den cuenta por sí mismos
y decidan qué es lo que quieren hacer en el futuro, comprender cómo pueden
llegar a ser alguien útil, antes de meterse de lleno incondicionalmente en el
estudio. En estos días parece ser que la mayoría de los jóvenes se aferran al
estudio sin haberse puesto metas.
Un día le pregunté a un estudiante que se
veía muy dedicado al estudio del inglés:
“¿Por qué estudias tanto para aprender
inglés?
"Para ingresar a la universidad”,
respondió:
¿Cómo se puede ser tan tonto? La
universidad no es un fin. A la universidad se va una vez que uno decide que
debe estudiar algo por cierto propósito; no es en sí misma un objetivo.
Tampoco tengan como meta en la vida cuánto
dinero van a ganar. Nunca he recibido un salario, pero me las arreglo para
comer y sobrevivir. El dinero es un medio para lograr algo, no el objetivo. Si
se dedican a hacer dinero, sepan en qué lo usarán. Cuando uno solamente ganó
dinero y no tiene metas, ese dinero rápidamente desaparecerá en vano.
La profesión deben decidirla según su
predisposición y sus hobbies. Ya sea que uno quiera ser bombero, agricultor,
jugador de fútbol o político, depende de ustedes. Lo que yo les pido va más
allá de su profesión. Les pregunto si llegan a ser jugadores de fútbol qué vida
piensan llevar, si se hacen agricultores que vida piensan llevar.
Fijarse metas es definir el significado de
sus vidas. Si me dicen que quieren ser agricultores, deberían ponerse como meta
el probar nuevas formas de cultivo, determinarse a crear buenos nuevos
productos que resuelvan el hambre en el mundo. Si quieren ser un jugador de
fútbol, desearán dejar bien en alto el nombre de su país, pero si no les da
para ello, hay que fijarse una meta significativa, como abrir una escuela de
futbol para alimentar los sueños de los niños cuya situación no se los permite.
Para ser un jugador de nivel internacional
hay que pasar un entrenamiento a sangre y sudor. Si no tienen una meta definida
en su corazón, no podrán soportar la exigente formación necesaria como para
alcanzar la cima del mundo en lo suyo. Únicamente teniendo una meta surgirán
las fuerzas para que cuiden de sí mismos, y podrán vivir una vida diferente de
la de los demás.
El líder global es la persona que abraza al
mundo
Fijarse una meta en la vida es como plantar
un árbol. Si uno planta un azufaifo en el jardín de su casa, dará azufaifa en
su casa. Si uno planta un manzano en el monte detrás de su casa, tendrán
manzanas en el monte. Piensen bien qué meta y dónde la sembrarán. Según qué
meta siembren y dónde lo hagan, eso puede convertirse en un azufaifo en Seúl o
en un manzano en África. O bien puede convertirse en una palmera en el Pacífico
Sur. Al igual que un frutal que ustedes planten, la meta que siembren dará
fruto en el futuro. Fíjense metas pensando donde sería mejor que
fructifique.
Cuando se pongan objetivos, tengan una
mente amplia y contemplen al mundo entero. Consideren la posibilidad de que sea
en África, que no puede alejarse de la pobreza y las enfermedades. Consideren
la posibilidad de que sea en Israel y Palestina, donde la gente continúa
apuntando sus armas unos contra otros por cuestiones que también envuelven a la
religión. Miren también hacia Afganistán, donde la gente apenas sobrevive
gracias al cultivo de la amapola, materia prima de drogas nocivas. Miren hacia
los Estados Unidos, que han arrojado la economía mundial en un pozo, con su
avaricia extrema y su egoísmo. Consideren a Indonesia, que sufre de incesantes
terremotos y maremotos, e imagínense a ustedes en medio de esos países. Piensen
qué país y qué situación será más apropiada para ustedes. Tal vez sea adecuada
la India, donde surgen nuevos conflictos religiosos. O podría ser Ruanda, que
se abate en la sequía y el hambre.
Espero que al fijarse un objetivo no
cometan la tontería de poner como excusa que Corea tiene un territorio muy
estrecho. Según la actividad a la qué se dediquen, nuestro país puede hacerse
tan ampliarse como sea necesario, y hasta pueden desaparecer sus fronteras. Si
nuestro campo de acción es África, entonces África será nuestro país. Entonces,
busquen qué hacer teniendo como escenario al mundo. Tal vez descubran mucho más
de lo que han soñado. Ustedes no tienen más que una sola vida; arrójenla en
algo que el mundo necesite. No se puede encontrar la isla del tesoro sin
aventurarse. Espero que se fijen objetivos que trasciendan nuestras
fronteras.
Durante la década de 1980 envié muchos
estudiantes universitarios a Japón y a los Estados Unidos. En Corea los días se
hacían largos, ya que su madre patria era una sucesión de explosiones de bombas
de gases lacrimógenos, de modo que los envié para que viesen un mundo más
amplio y variado. Un sapo de pozo no sabe que fuera de él existe un mundo más
amplio.
Yo soñaba “globalmente” cuando ni siquiera
se conocía esa palabra. Me fui a estudiar a Japón para ver un mundo más amplio.
Después de la independencia de Corea quería trabajar para la Manchuria Electric
Co. en Hailar, China, y aprender los idiomas chino, ruso y mongol para vivir
como un ciudadano global. Todavía hoy me subo a un avión y recorro el mundo.
Aunque uno visite apretadamente un país por día, demorará más de medio año para
visitar todos los países del mundo.
En cualquier lugar del mundo hay gente
viviendo, pero las circunstancias son multifacéticas. Hay lugares donde falta
agua para cocinar el arroz, mientras que otros lugares tienen demasiada agua.
Algunos lugares no tienen electricidad, mientras que algunos países no alcanzan
a consumir toda la electricidad que producen. Es común en el mundo que algo que
falta en un lugar abunda en otro. El problema es que son pocos los que cumplen
el rol de repartir con justicia lo que sobra.
Lo mismo sucede con las materias primas. En
algunos países apiladas montañas de carbón y hierro mineral. Ni siquiera tienen
necesidad de excavar la tierra. Solo tienen que agarrar una pala y sacar el
carbón y el hierro que quieran. Pero Corea tiene una grave escasez de reservas
de carbón y mineral de hierro. Para extraer un poco de antracita, tenemos que
arriesgar nuestras vidas cavando a decenas de metros bajo tierra.
Lo mismo es con la tecnología. En África
hay tantos lugares donde los bananos crecen naturalmente que la gente puede
comer todo lo que quiera y no morir de hambre. Pero no hay tecnología para
cultivar bananas a granel y procesarlas, y por ello hay gente que sí pasa
hambre. Si bien Corea no tiene el clima propicio para las bananas, se cultivan
maravillosamente. Esta tecnología de nuestro país podría ser de mucha ayuda en
la solución del problema de la pobreza en África, así como la tecnología de
Corea del Sur para la siembra de maíz ha ayudado a aliviar la hambruna en Corea
del Norte.
Una de las expresiones de moda hoy es
“líder global”. Hay gente que quiere llegar a ser fluida en el idioma inglés y
convertirse en líderes mundiales. Sin embargo, el camino para ser un líder
global no depende de su capacidad de hablar inglés. Poder comunicarse en inglés
no es más que una herramienta. Un verdadero líder global es alguien capaz de
abrazar al mundo en su corazón. Una persona que no tiene el menor interés en
los problemas del mundo no puede convertirse en un líder global sólo porque
hable bien el inglés.
Un líder mundial asume como propios los
problemas del mundo, y debe poseer un espíritu precursor para resolverlos. Una
persona apegada a un ingreso seguro y fijo, que sueña con una tranquila vida
familiar después de jubilarse, no puede ser un líder global, quien no sabe lo
que le depara el futuro, pero para llegar a serlo necesita concientizarse que
el mundo entero es su país, y que todos los habitantes del planeta son sus
hermanos
¿Qué es un hermano? ¿Por qué Dios nos habrá
dado hermanos? Los hermanos simbolizan a toda la humanidad. La experiencia de
amar a nuestros hermanos y hermanas en la familia nos enseña a amar a la
humanidad y a nuestros compatriotas. Eso expande nuestro amor fraternal. La
figura de una familia cuyos miembros se aman, es la imagen de la humanidad
conviviendo en armonía. Amor fraternal es pasar hambre uno para que alcance la
comida a sus hermanos. Un líder global es justamente alguien que le brinda a la
humanidad su amor fraternal.
Incluso la expresión “comunidad
global" ya es anticuada. La Tierra ya es un único ámbito de vida. Si la
meta de una persona en la vida es graduarse de la universidad, obtener un
empleo en una empresa que le pague un sueldo elevado y llevar una vida segura,
el éxito que obtendrá esa persona será como el éxito de un cachorro. Pero si
dedica su vida a ayudar a los refugiados en África, tendrá el éxito de un
tigre. La elección depende de cada uno.
Todavía sigo viajando por el mundo. No
tengo un día de descanso. El mundo es como un organismo vivo cambia constantemente
y genera nuevos problemas. Yo voy hacia esos lugares oscuros y recluidos donde
existen esos problemas. Los lugares a los que yo voy no tienen precisamente una
vista hermosa ni son cómodos, sino que siento felicidad en los lugares oscuros,
difíciles y solitarios.
Yo anhelo que de nuestro país surjan
líderes globales en el verdadero sentido. Espero que surja un líder político
que conduzca a las Naciones Unidas y un líder diplomático que detenga los
combates en las zonas en conflicto. Espero que surja un líder salvador como la
Madre Teresa, que cuide de los pobres que se están muriendo en las calles.
Espero que surja un líder de la paz como yo, que amplíe un nuevo mundo
explorando nuevas áreas de las tierras y los mares que otros descuidan. El
punto de partida es tener un sueño y una meta. Deseo de corazón que tengan un
espíritu aventurero y precursor, que sueñen lo que otros no se atreven a soñar,
que se pongan metas significativas y que se conviertan en líderes globales que
beneficien a la humanidad.
Todo lo que tenemos es prestado del Cielo
La gente dice que soy una de las personas
más ricas del mundo, que soy multimillonario, pero no saben lo que dicen. He
trabajado duro toda mi vida, pero no tengo ni una sola casa a mi nombre.
Tampoco he puesto bienes a nombre de mi esposa o de mis hijos. Todo adulto en
Corea tiene un sello personal con su firma, pero yo no tengo ni siquiera un
sello.
Ustedes se preguntarán entonces qué
beneficios he recibido por no dormir mientras los demás dormían, por no comer
mientras otros comían, y por trabajar sin descanso mientras otros descansaban.
Yo no trabajé esperando ser rico. El dinero no tiene ningún significado para
mí. Todo dinero que no sea usado para el bien de la humanidad, o por el bien
del vecino que se va muriendo en la pobreza, no es más que un pedazo de papel.
Es apropiado que el dinero ganado con mucho trabajo duro se use para amar al
mundo, para trabajar en algo que beneficie al mundo.
Cuando envié misioneros al extranjero, no
les di muchas cosas. Sin embargo, ellos viven bien dondequiera que vayan. Para
comer y vivir, se necesita solamente lo más básico. Si tenemos una bolsa de
dormir, es suficiente para que vivamos. Lo importante no es qué es lo que
tenemos para vivir sino cómo vivimos. La abundancia material no es una
condición esencial para una vida feliz. Es triste que la expresión "vivir
bien" haya llegado a significar riqueza material. Vivir bien es vivir una
vida que tenga sentido.
Salvo en ocasiones o eventos especiales,
nunca uso corbata. Tampoco suelo usar un traje formal. Cuando estoy en casa
generalmente uso un suéter. A veces pienso en lo siguiente ¿Cuánto dinero gasta
la sociedad occidental en corbatas? Los traba corbatas, las camisas blancas y
los son muy caros. Si todos dejamos de comprar corbatas y usamos ese dinero por
el bien de nuestros vecinos que hambrientos, el mundo sería un mejor lugar para
vivir. No es sólo lo caro está en juego aquí. Imaginen que afuera se desata un
incendio ¿Quién sería capaz de moverse con mayor rapidez apagar el fuego, yo
con mi suéter o alguien de corbata? Siempre estoy listo.
También estoy a favor de no bañarse en una
tina todos los días. Una vez cada tres días es suficiente. Tampoco habría que
lavar los calcetines todos los días. Por la noche, me quito los calcetines y
los pongo en mi bolsillo trasero para usarlos de nuevo al día siguiente. Cuando
estoy en un hotel, sólo uso la más pequeña de las toallas que hay colgadas en
el baño. Sólo tiro la cadena después de haber orinado tres veces. Un trozo
largo de papel higiénico se puede doblar y usarse tres veces. Pueden llamarme
incivilizado o bárbaro si quieren. Lo mismo es con la comida. Nunca acompañé el
arroz con más de tres platillos complementarios. Pueden colocar delante de mí
ricas viandas y suntuosas comidas, pero no estiro mi mano. Tampoco lleno mi
tazón de arroz por completo. Con tres quintos es suficiente.
Los zapatos que más me gusta calzar, en un
gran mal de ofertas de Corea sólo cuestan ₩49.000 won Los pantalones que visto
a diario ya tienen más de cinco años. La comida que más disfruto en los Estados
Unidos son los McDonald. Los ricos no la comen porque es comida chatarra, pero
a mí me gusta comer en McDonald's por dos razones. Es barato, y ahorra tiempo.
Cuando llevo los niños a comer afuera, a menudo voy a McDonald's. No sé cómo se
enteró el presidente de McDonald's que yo voy seguido, que para Año Nuevo la
Corporación McDonald's me envía tarjetas de felicitaciones todos los años.
"Cuiden el dinero, y no malgasten las
cosas”
Es algo que le enfatizo a los miembros
todos los años. Les digo que beban agua, en lugar de comprar helado o gaseosas.
Yo no se los digo para que ahorren dinero y tengan más para sí. Quiero que lo
conserven y lo usen para ayudar al país y a la humanidad. De todos modos, no
nos llevaremos nada de este mundo. Esto lo sabe bien todo el mundo, pero por
alguna razón la gente se desesperada por tener en sus manos tantas cosas como
sea posible. Todo lo que he construido durante mi vida quedará aquí y partiré
liviano de este mundo. En el país celestial hay montones de tesoros, ¿qué más
hay que llevar de aquí? Cuando entendemos que vamos a un mundo mejor que el que
vivimos, no hay necesidad de apegarse a las cosas de este mundo.
Hay una canción que siempre me gusta
cantar. Se trata de una vieja canción popular que todos los coreanos conocen.
Cada vez que canto esta canción, me siento tan a gusto como si estuviera
acostado en las praderas de mi tierra natal y me vienen lágrimas a los ojos.
Aunque me diesen una corona de plata y
piedras preciosas
No valdría más que una camisa con olor a
tierra y sudor.
En mi joven pecho brota una fuente de
pureza
Y hago una flauta de sauce,
Y los gorriones cantan al ritmo de mi
canción.
Aunque me diesen tanto oro como para
comprar el mundo
No valdría más que el buey que ara los
campos de cebada.
En mi joven pecho brota la esperanza
Hablo libremente con las liebres,
Y pasan los días al ritmo de mi canción.
La felicidad siempre está esperando por
nosotros. Si no la podemos encontrar es porque nuestra ambición nos bloquea el
camino. Cuando la ambición nos ciega, no podemos ver más allá de la nariz.
Ocupados en recoger del suelo una pepita de oro, no podemos ver todo el oro
macizo que hay más delante. Estamos tan ocupados por llenarnos los bolsillos
que no nos damos cuenta que están agujereados. Todavía no olvido lo que viví en
el campo de concentración de Heungnam. Hasta el lugar más miserable es más
cómodo y abundante que esa prisión. Todas las cosas que existen son públicas,
son del Cielo. Nosotros apenas somos sus administradores.
La felicidad está en vivir por los demás
Los hijos nacen de la carne y la sangre de
sus padres. Sin padres, no habría hijos. Aun así, la gente en este mundo
pregona el individualismo, como si hubiese nacido por sí sola. Los únicos que
tal vez podrían hablar de individualismo serían aquellos que no reciben ninguna
ayuda de nadie. No hay nada en este mundo que haya nacido para y por sí mismo.
Todos los seres creados existen los unos por los otros. Yo existo para ti, y tú
existes para mí.
No hay una vida más tonta que la de una
persona egoísta que sólo vive para su propio bien. Puede parecer por un tiempo
que una vida egoísta beneficia al individuo, pero en última instancia, es una
vida autodestructiva. El individuo tiene que vivir para la familia, la familia
para su pueblo, su pueblo por el mundo, y el mundo para Dios.
En todas las escuelas que fundé colgué tres
lemas. El primero es "Vive una vida sin sombras, como las 12 del
mediodía." Una vida sin sombras es una vida con la conciencia tranquila.
Cuando culminamos nuestra vida aquí en la tierra y entramos al mundo
espiritual, toda nuestra vida se desplegará ante nosotros, como si estuviésemos
reproduciéndola en un video. Si iremos al cielo o al infierno será determinado
por cómo vivimos. Así que debemos vivir vidas muy limpias, sin la más mínima
sombra.
El segundo lema es "Vive derramando
sudor de la tierra, lágrimas por la humanidad, y sangre por el Cielo." En
la sangre, el sudor y las lágrimas derramadas no hay mentiras. Son verdaderas.
Pero no tiene sentido derramar sangre, sudor y lágrimas por uno mismo, sino que
vale la pena derramar sangre, sudor y lágrimas por los demás.
El lema final es "¡Una Familia bajo
Dios!" Dios es uno, y todos los humanos somos hermanos. La diferencia de
idioma, raza y cultura no es más del 0,1%. Los 99,9% restantes, somos todos
iguales.
Hay catorce países insulares del Pacífico
Sur. Cuando visité las Islas Marshall y me encontré con el presidente le
pregunté: "Esta es una tierra verdaderamente hermosa, pero debe tener
muchas dificultades para conducir el país, ¿no?"
El presidente suspiró y respondió:
"Nuestra población es de apenas sesenta mil, y la tierra se encuentra en
promedio a apenas dos metros sobre el nivel del mar, así que si las olas crecen
sólo un metro de altura pueden inundar gran parte del país. Nuestro problema
más grave, sin embargo, es la educación. Los niños de familias ricas se van a
estudiar a Estados Unidos o Europa y no regresan más. Los niños de familias
pobres no tienen escuelas donde formarse como debe ser, de modo que, por
inteligentes que fueren, los niños no pueden ser entrenados adecuadamente para
el liderazgo. La preocupación de un país insular como el nuestro es que no
podemos formar líderes que nos conduzcan al futuro”.
Después de escuchar el clamor del
presidente de las Islas Marshall, fui directamente a Kona, en Hawai, y construí
el liceo “High School of Pacific”, para niños de los países insulares. Esta
escuela imparte educación secundaria a niños seleccionados de cada país del
Pacífico, y si es necesario se los prepara para ingresar a la universidad. Les
brindamos los pasajes aéreos a Hawai, matrícula, pensión, y por supuesto
computadoras para que puedan recibir la mejor educación. Todo con una única
condición, que cuando terminen sus estudios regresen a su país y trabajen para
servir a su pueblo y a su nación.
Vivir por el bien de los demás a veces
tiene como premisa el sacrificio del individuo. Hace algunos años, cuando uno
de nuestros misioneros de la iglesia estaba de gira por América del Sur, la
zona donde se encontraba fue sacudida por un gran terremoto. La esposa del
misionero vino corriendo hacia mí con el rostro pálido como una hoja.
"¿Qué debo hacer, maestro, estoy tan
preocupada que no sé qué hacer”?", me preguntó con lágrimas en los ojos.
¿Qué les parece que le respondí? En vez de
darle palmadas en el hombro y consolarla, le grité. "¿Estás preocupado por
tu marido, o estás preocupada por cuántas vidas podrá él salvar en la zona de
desastre?"
Era natural que ella se preocupe por la
seguridad de su marido. Pero siendo la esposa de un misionero, hay que saber
preocuparse por más que eso. En vez de orar solamente por la seguridad de su
marido, ella debería haber orado para que su esposo salvase tantas vidas como
fuera posible.
Nada en este mundo existe sólo para sí
mismo. Dios no creó así al mundo. El hombre existe para la mujer, y la mujer
para el hombre. La naturaleza existe para la humanidad, y la humanidad existe
por el bien de la naturaleza. Todos los seres creados existen e interactúan
para el bien de los suyos. De modo que es un principio del Cielo que debemos
vivir para el bien de nuestra pareja.
La felicidad indefectiblemente sólo se da
en relaciones recíprocas. Si alguien que pasó su vida como cantante de un coro
va a una isla deshabitada y canta con toda su voz, pero no tiene quien lo
escuche, no podrá ser feliz. Darse cuenta del hecho de que existimos para
otros, es un gran logro que puede cambiar nuestro patrón de vida. Si mi vida no
es sólo mía, sino de quienes amo, deberé ir por un camino muy diferente al que
transité hasta ahora.
La felicidad está en vivir por el bien de
los demás. Así como no se puede ser completamente feliz cantando para sí mismo,
no encontraremos la alegría pretendida en lo que hagamos sólo por nosotros
mismos. Cuando hacemos algo por quienes amamos, aunque sea algo pequeño e
insignificante, sentimos felicidad. Encontraremos la felicidad únicamente
cuando vivamos nuestras vidas por el bien de los demás.
Soñando con un mundo sin conflictos
Desde hace ya muchos años he venido
aseverando un mundo donde todas las religiones sean como una sola, todas las
razas sean como una sola, y todas las naciones sean como una sola.
Durante
miles de años, la historia ha sido una continua sucesión de hechos que
separaron más y más al mundo. Cada vez que se cambiaba de religión o un nuevo
régimen llegaba al poder, se dividían las fronteras y se libraban guerras, pero
actualmente estamos en la era de la globalización. Más adelante, el mundo debe
ser como un solo cuerpo con la ayuda de una autopista de la paz internacional.
Proyecto "Puente-Túnel en el estrecho de Bering " |
La carretera de la paz internacional es un
enorme emprendimiento que unirá Corea y Japón con un túnel submarino, y con un
puente sobre el mar unirá al Estrecho de Bering, que separa a Rusia de América
del Norte, uniendo asía todo el globo. Cuando se termina la carretera, será
posible viajar en auto desde el Cabo Buena Esperanza en África a Santiago de
Chile, y desde Londres a Nueva York. Cualquier lugar del mundo estará
interconectado sin bloqueos, como unido por vasos capilares
El mundo será una comunidad integrada, y
todos podrán viajar libremente a través de las fronteras internacionales. Una
frontera que permite que pase cualquiera, deja de tener sentido de ser. Algo
similar sucederá con la religión. A medida que sea más frecuente el intercambio
entre las diferentes religiones, automáticamente surgirá un entendimiento
mutuo, los conflictos desaparecerán, y los muros que separan a las religiones
se derrumbarán. Y hay más; cuando la diversidad humana conviva en una misma
esfera mundial, las barreras raciales también se derrumbarán. Una vez que haya
una comunicación fluida entre personas de diferentes aspectos, diferentes
idiomas y diferentes razas, se producirá una revolución cultural en la que
todas las culturas del mundo confluyan.
La Ruta de la Seda no era simplemente una
ruta comercial para vender y comprar seda y especias. Fue también un lugar de
encuentro entre Oriente y Occidente, y entre el Budismo, el Islamismo, el
Judaísmo y el Cristianismo. Se entremezclaron sus culturas y surgió una cultura
nueva. Ahora, en el Siglo 21, la Carretera Internacional de la Paz cumplirá ese
rol.
Si Roma pudo prosperar fue porque todos los
caminos conducían a Roma. Esto muestra la importancia de las carreteras. Cuando
se construye una, la gente viaja. Viaja la cultura. Viaja la ideología. Por
eso, cuando se construye una carretera se cambia la historia. Cuando terminemos
la construcción de la Carretera Internacional e la Paz, el mundo puede unirse
físicamente. Un camino logra eso. No puedo dejar de enfatizar la importancia de
unir al mundo. Algunos dirán que me adelanto, pero es natural, ya que un
religioso debe mirar al futuro y preparar para ello. Por eso no fui entendido
por el mundo y sufrí amarguras, pero un religioso naturalmente debe adelantarse
en las preparaciones para el futuro.
Para llevar a cumplimiento la carretera se
necesita de la cooperación de muchos países. A China, que tiene la experiencia
de haber sido invadida por Japón, le va a parecer indeseable la idea de estar
conectada a Japón por una carretera.
Japón y Corea, sin embargo, no pueden
conectarse con el resto del mundo sin pasar por China, por lo que debemos hacer
esfuerzos para ganar la confianza de China. ¿Quién lo hará? Nosotros debemos
tomar la iniciativa, por ser los dueños del proyecto de la Carretera
Internacional de la Paz del Siglo 21.
¿Y qué les parece un puente sobre el
Estrecho de Bering? Costará una suma astronómica de dinero, pero no hay de qué
preocuparse. La cantidad de dinero que Estados Unidos gastó en Irak sería más
que suficiente para construir el puente. Debemos dejar de provocar guerras;
sólo le traen sufrimiento a la gente. Provocar una guerra y derrochar billones
de dólares, es muy perverso Llegó el momento de fundir las armas y hacer con
ellas arados y podadoras.
La carretera internacional de la paz es un
proyecto integral global para acercar el mundo a la unidad. Significa mucho más
que simplemente conectar los continentes por medio de túneles y puentes; me
refiero a igualar al mundo. Cuando alguien monopoliza una tecnología y se queda
con todo el lucro para sí, altera el balance del mundo.
La carretera regulará el actual desbalance
de recursos subterráneos y recursos humanos, nivelación la riqueza para que sea
más uniforme una mejor vida para todos. Ya saben, nivelación significa que lo
que está más alto baje y lo que está más bajo se eleve hasta ajustarse a la
misma altura. Para ello se necesita el sacrificio de los que más tienen y de
los que más saben. Construir un mundo pacífico no se logra con esporádicos
actos de caridad o donaciones. Hay que sacrificarse constantemente, únicamente
dando con un corazón sincero todo de sí se puede hacer un mundo pacífico.
La construcción de la carretera no es más
que ofrecer al mundo un medio físico de comunicación. Una persona fue creada
con cuerpo y mente. También el mundo en que vivimos; debe lograr una
comunicación espiritual junto con la comunicación física, para lograr una
unidad completa.
La Organización de las Naciones Unidas,
fundada después de la Segunda Guerra Mundial, ha venido haciendo mucho por la
paz mundial, pero a más de sesenta años de su fundación, está perdiendo de
vista su objetivo principal y se está convirtiendo en un lugar que trabaja para
los intereses de los países poderosos. La ONU, creada para resolver los
conflictos que estallan en el mundo, debería ser una organización que antepone
los intereses del mundo a los intereses de un solo lado. Cuando una potencia
prioriza sus propios intereses y utiliza la fuerza para conseguirlos, apenas
logra que un conflicto llame a otro conflicto. Desafortunadamente, hoy la ONU
no puede hacer nada al respecto.
.
Para complementar estas deficiencias, la
ONU debe adoptar una estructura bicameral, con una cámara alta y una cámara
baja. Tiene que haber una cámara de baja similar a la existente, donde los
representantes político- diplomáticos de cada nación se reúnen para abordar los
problemas del mundo, y una cámara superior de representantes
interconfesionales, líderes religiosos de mente abierta que hayan estudiado
mucho sobre las demás religiones. A diferencia de los líderes políticos, ellos
no piensan solamente en los estrechos intereses de determinada nación. Estos
líderes interreligiosos, que se esforzarán por la felicidad de la humanidad y
por la paz mundial con un corazón de amor que abrace a todos los pueblos,
unirán sus fuerzas con las misiones diplomáticas de cada país a fin de ir
construyendo un mundo donde no haya más conflictos, un mundo unido por el amor.
Algunos se opondrán, argumentando por qué
los religiosos se involucran en los asuntos mundiales. Sin embargo, el mundo de
hoy está en un período en que necesita de la participación imperiosa de las
personas religiosas, que han logrado una introspección a través de la práctica
espiritual. Son precisamente los religiosos los que pueden hacer frente con la
práctica del amor verdadero a la injusticia y el mal prevalente en el mundo.
Cuando se combinen el conocimiento y la experiencia de los dirigentes
políticos, quienes poseen la capacidad de analizar la situación mundial, con la
sabiduría de los líderes religiosos, quienes poseen por trayectoria una visión
interna y espiritual, el mundo será capaz de encontrar por primera vez el camino
hacia la paz verdadera.
También yo, hoy, me ato fuertemente el
cordón de mis zapatos y renuevo mi determinación de lograr ese objetivo, orando
que toda persona en la Tierra renazca “como ciudadano global que ama la
paz", que trasciende las barreras religiosas, ideológicas y raciales.
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